Pimera quincena de Mayo.
Una de las fiestas de gran tradición religiosa es la de Nuestra Señora de Fátima. Llegó a la Vega de San Mateo la Imagen en el año 1950, y desde su llegada, todos los años se viene celebrando dicha conmemoración con una semana de actos religiosos, sacando en procesión a la Virgen.
Cada día se engalana un barrio o una calle diferente, se decoran las ventanas con banderas blancas y celestes, las puertas y aceras se llenan de plantas y flores del mundo, hortensias, helechos, etc... El primer día el recorrido es por la zona de Hoya Viciosa, C/ La Palma y regresa por Cifuentes, normalmente el domingo. El lunes le corresponde a la Lechuza, el martes y miércoles recorre las calles del pueblo; Placetilla de la Caldereta, Dr. Ramírez Cabrera, Jacinto RodrÌguez Mejías, Urb. El Pintor y zona del Mercado. El jueves visita el barrio de la Higuera. El viernes le toca a El Chorrillo, La Bodeguilla, Acequía Marrero, La Veguetilla y calle Principal y por último el sábado llega hasta El Retiro y Los Chorros, regresando por las calles La Feria y Lourdes.
Antiguamente, se decía que el 13 de Mayo también era el día de los Piratas (coche para el transporte de viajeros). Se colocaban delante de la rambla de la Iglesia todos los coches que cabían, y cuando la imagen aparecía en el atrio del templo, comenzaban a tocar las bocinas todos a la vez en señal de saludo.
El último día de estas fiestas religiosas es el domingo, llamado el de la Misa de Enfermos. Los enfermos vienen de todas partes de la isla para pedir su curación a Nuestra Señora. La misa es siempre concelebrada de acuerdo al número de asistentes, una vez terminada, la imagen de la Virgen ds despedida a su atrio.